Me estoy divorciando, pero me preocupa como lo van a tomar mis hijos (2024)

Cuando una pareja decide terminar su vínculo matrimonial, ya sea por conflictos de pareja, diferencia de pensamientos o simplemente porque se agotó el amor, llega el divorcio, situación difícil para cada miembro de la familia y con él la etapa del duelo.

Por tanto, el divorcio es una experiencia devastadora no solo para la pareja, sino para los hijos también, a veces esta situación se piensa como un fracaso o en otros casos como una liberación, quizás para otras personas se trate de un asunto de honestidad cargado de valor; aunque es posible que tenga de todo un poco; sin embargo, es una decisión de vida, pensando tal vez que sea lo más apropiado de hacer. 

Los niños y el divorcio.

En los primeros años de vida de los niños se presenta  un tipo de razonamiento llamado pensamiento mágico lo que significa que muchas cosas de las que suceden a su alrededor ellos pueden creer que son los causantes de estas y, por lo tanto, pensar que son responsables; por ejemplo, cuando papa o mamá se encuentran tristes o enojados sin que los menores conozcan la causa ellos pueden pensar que es su culpa por haber hecho o dejado de hacer algo, pueden imaginar que por tener bajas calificaciones, pelear con su hermana o no haber cumplido con sus tareas entre otras son la razón por las cuales sus padres experimentan dichas emociones. Es por ello que cuando los padres deciden divorciarse se lo comuniquen de forma clara y sincera a los hijos, para evitar que ellos se atribuyan la culpa de dicha decisión. 

Adolescentes e hijos mayores.

En esta etapa los hijos también pueden llegar a experimentar algún grado de culpa por el divorcio de los padres, en el sentido que pueden pensar que tal vez pudieron o pueden aún hacer algo para evitarlo o que de alguna forma pueden ayudar a sus padres a reflexionar sobre su situación o a resolver sus problemas incluso a cambiar de opinión; es muy importante entonces dejarles muy claro que ellos no son responsables y que tampoco pueden cambiar las cosas o interferir en la decisión ya tomada, pues esto es un problema que solo le concierne a la pareja.

En todos los casos se debe dejar en claro a los hijos que sus padres nunca dejaran de serlo y que no perderán a ninguno de los dos, que ellos siempre estarán presentes y que no dejarán de amarlos nunca.

Que decir entonces…

Una propuesta para informarles podría ser: “papa y mamá han decidido divorciarse porque ya no sentimos el mismo amor el uno por el otro, ya no tenemos metas en común y no somos felices juntos, ustedes no tienen la culpa de esta decisión y no han hecho nada o han dejado de hacer algo para que nosotros tomemos esta decisión, nosotros así lo consideramos y pensamos que es lo mejor; esto no significa que ustedes van a perder ni a papá ni a mamá y siempre estaremos presentes, para cuidarlos, amarlos y apoyarlos, simplemente ahora viviremos en casas separadas”

Una vez los chicos conocen la decisión, comienza la etapa del duelo a la perdida de una vida en familia con padres juntos, lo que representa un conjunto de estados emocionales y comportamientos que se generan con la perdida, y en este caso con la ruptura del matrimonio de sus padres.

¿Qué es el duelo?.

El duelo es un proceso psicológico en el cual se experimenta un periodo de tiempo o una etapa normal del ser humano que representa un dolor frente a una perdida, sea cual sea; se puede experimentar duelos ya sea por el fallecimiento o diagnóstico de una enfermedad grave de un ser querido, una mascota; incluso por situaciones como cambio de casa, barrio, escuela, ciudad, país, pérdida del empleo, terminar una relación ya sea amorosa de amistad o la separación de los padres. Por tanto, las personas experimentan emociones fuertes y dolorosas, usualmente mucha tristeza, rabia y en algunas ocasiones van acompañadas de sentimientos de culpa.

Por lo tanto, el duelo consiste en experimentar una serie de etapas para lograr una sana adaptación emocional frente a la perdida, experiencia que también lleva a afrontar factores no solo emocionales sino fisiológicos, cognitivos y comportamentales; la perdida ya sea de un ser querido o de un objeto de apego genera la vivencia de un duelo, teniendo en cuenta que la intensidad y las características de este dependen del grado de vinculación emocional o de la importancia de la perdida.

Las cinco fases del duelo.

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross (psiquiatra, pionera en los estudios de la muerte cercana; nacida en Suiza en 1926), quien publicó en 1969 el libro “On death and dying” (“Sobre la muerte y el morir”), en el que describió por primera vez las 5 fases del duelo, según Kübler-Ross en primer lugar pasamos por la fase de negación y después por la de ira, la de negociación, la de depresión y, finalmente, la de aceptación de la pérdida.

  1. Negación: La negación de la perdida, se trata de una respuesta que se genera de forma espontánea y habitual inmediatamente después de la perdida, usualmente acompañada de un estado de shock o embotamiento emocional; sin embargo, no siempre sucede o podría manifestarse de forma difusa o vaga.
  2. Ira: Cuando la persona va superando la negación aparece los sentimientos de frustración e impotencia por no poder haber evitado que la perdida se diera o de no haber sido capaz de cambiar las consecuencias de esta; por lo tanto, esta frustración conlleva la aparición del enojo y de la ira. 
  1. Negociación:  En esta etapa, la persona guarda la esperanza de que nada va a cambiar y que de una u otra forma puede hacer algo para cambiar la situación. 
  1. Depresión: Periodo de tiempo en el cual la persona comienza a asumir de forma real y definitivamente la realidad de la perdida, lo que genera sentimientos de tristeza y desesperanza, acompañado de otros síntomas propios de la depresión como pueden ser alteración en el sueño y/o la alimentación, aislamiento social o falta de motivación.  
  1. Aceptación: Una vez superadas las etapas de negación, ira, negociación y depresión, llegan la aceptación de la perdida; lo que viene acompañado de un estado de calma con la comprensión acerca de que la muerte y las pérdidas son fenómenos naturales y normales de la vida. 

La aceptación es el entendimiento de que las pérdidas son inevitables, y, por tanto, se hace un proceso de duelo. En casos de duelos por enfermedad terminal suelen presentarse reflexiones acerca de la propia vida, con una mirada en retrospectiva cuando se acerca el final.

En el duelo por el divorcio emociones como la tristeza, el enojo, la culpa y el miedo son inevitables; sin embargo, hay algunas formas de sobrellevar estas emociones para sobrepasar el dolor, es válido entonces llorar, hablar de los temores, preguntar acerca de las inquietudes y de los cambios que vendrán una vez los padres se hayan divorciado.

Que no hacer por el bien de los hijos.

No los uses como mensajeros, esta posición no solo es incómoda, sino dolorosa para ellos, esto puede generarles angustia y miedo; tampoco se debe hablar mal de la ex pareja a los hijos, en todos los casos se debe mantener frente a los hijos la mejor imagen de sus padres y no confundirlos en el rol de padre que es muy diferente al rol de pareja; se puede acabar el amor o tener dificultades como pareja, lo que no interfiere con ser un excelente padre.

Carta de un hijo a sus padres divorciados

Queridos papa y mamá.

Muéstrenme con sus palabras y actitudes que puedo seguir amándolos, ayúdenme a mantener una sana y estrecha relación de amor y respeto con los dos, ustedes siempre serán mis padres y los amaré. No me pongan en medio de su situación y menos de testigo, juez, mensajero o arbitro entre sus discusiones o desacuerdos, esto me hace sentir utilizado y responsable de solucionar un problema que no me corresponde, que no es mío, sean conscientes que sus actos buenos o malos me perjudican y me lastiman directamente a mí.

No hablen mal el uno del otro, no se critiquen ni se desvaloricen en frente mío, así lo que tengan que decir sea verdad, comprendan que su papel de esposos no tiene que ver con su comportamiento como padres, yo quiero seguir viéndolos como los mejores padres del mundo sin cambiar mi pensamiento acerca de ustedes.

No discutan por quién se quedará conmigo, pues no soy de nadie, pero los amo y necesito a los dos, estar conmigo es un derecho de ambos más, no soy un trofeo o privilegio, no quiero escoger a ninguno, pues los amo a los dos, díganme que no tengo la culpa de su decisión y que no soy responsable de nada de lo que está sucediendo.

No me pidan que me convierta en su espía, que les cuente de la vida del otro, con quien sale o que hace, no quiero sentirme desleal, no me utilicen como un instrumento de venganza, pues esto solo hará que me llene de resentimiento contra quien trata de dañar la imagen que necesito mantener en alto, demuéstrenme que a pesar de ya no ser esposos jamás dejaran de ser mis padres.

No quiero sentirme culpable de su decisión y aunque para ustedes puedan ser obvias sus razones para mí no lo son, ayúdenme a no sentirme culpable y pensar que fui yo quien falle.

No incumplan nuestras citas o una promesa de una vista, pues esto para mí es la ilusión de ver y compartir nuevamente momentos con ustedes, no se imaginan el dolor de tenerlos separados y sentir que me han fallado, permítanme aceptar, acercarme y querer a la nueva pareja de mi padre o madre, aunque esto en el fondo me duela. 

Recuerden que para ustedes el divorcio puede significar una oportunidad para acabar con un matrimonio infeliz y desdichado o quizás para iniciar una nueva relación, no olviden que para mí esto significa la perdida de una vida en familia con papa y mamá juntos y criarme al lado de las personas más importantes que amo y necesito en el mudo.

¿Te preocupa cómo el divorcio afectará a tus hijos? ¡No enfrentes esta situación solo!

Sabemos que una separación no solo es difícil para la pareja, sino también para los más pequeños. Es natural que te preocupes por cómo ellos lo percibirán y cómo manejarán sus emociones. Por eso, Claudia Acevedo, psicóloga experta en familias y niños, está aquí para ayudarte.

Con el apoyo adecuado, puedes comunicarles de manera clara y sincera que ellos no tienen la culpa, y asegurarte de que se sientan amados y acompañados en todo momento. Claudia te brindará las herramientas necesarias para guiarlos a través de esta etapa y minimizar el impacto emocional en su bienestar.

Agenda tu cita hoy mismo y descubre cómo proteger el bienestar emocional de tus hijos durante este proceso. No estás solo en esta transición; Claudia Acevedo está aquí para apoyarte en cada paso.

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