Un tema que genera inquietud en los padres es la temida adolescencia, pero ¿por qué esta etapa de la vida crea tantos temores?
Antes que nada, deberíamos empezar por comprender de que se trata esta etapa que todo ser humano sin excepción alguna debe vivir, empecemos entonces por decir que la adolescencia es el periodo vital en el cual se generan importantes cambios que influyen en todas las características propias de una persona, empezando aproximadamente a los 12 años y terminando alrededor de los 18, siendo esto una etapa crucial en la que aspectos físicos, comportamentales y psicológicos, se ven alterados; tanto que algunos autores la definen como un segundo nacimiento. Acá es donde la persona tiene su primer contacto más cercano con su entorno de forma independiente, por lo tanto, en esta etapa, en medio de la búsqueda de su identidad, generalmente la persona obtiene conocimiento sobre: consumo de sustancias psicoactivas, de sexualidad, y otros temas los cuales probablemente desconocía.
Lo que entonces se podría entender como una modificación de la estructura del pensamiento, las emociones, la identidad y las relaciones sociales y familiares del adolescente, por tanto, no es casualidad entonces que dicha palabra provenga del término en latín adolescere lo que significa crecer/madurar.
La adolescencia se divide en 3 etapas:
Adolescencia temprana: Está abarca aproximadamente de los 10 a los 12, se caracteriza principalmente por el inicio a la pubertad donde ocurren grandes cambios físicos, afecta el crecimiento y la maduración sexual.
Adolescencia media: Entre los 15 y los 17 caracterizadas principalmente por los conflictos familiares, porque en esta etapa su círculo social adquiere mayor importancia.
Adolescencia tardía: Entre los 18 y 21 se caracteriza por la aceptación de los valores paternos, y por asumir las tareas y los valores propios de edad.
La psicología juega un papel importante en dicha etapa de la vida, pues no solo ayuda al adolescente a tramitar, comprender y aceptar todos estos cambios; sino que también un profesional en el área puede dar la orientación oportuna a los padres para dar un adecuado acompañamiento y orientación a sus hijos.
Es frecuente escuchar múltiples quejas de los adultos acerca de sus hijos con referencia a los cambios que van presentando, pues cuando estos eran niños solían ver a sus padres como una figura de poder, autoridad, como sus ídolos y no obstante, a medida que van creciendo y se acercan a la pre adolescencia empiezan a tomar distancia de ellos, asi cuestionando su autoridad y comenzando una lucha interna por su independencia, por vivir nuevas experiencias y ser autónomos en sus decisiones, y es precisamente donde encuentran los primeros obstáculos y confrontaciones, pues ya no encajan en el mundo infantil, pero tampoco son lo suficientemente adultos para ello.
De igual manera, si antes solían ser más comunicativos, ahora se tornan más callados y ensimismados, su interacción familiar se muestra distante, puesto que algunos prefieren encerrarse en su cuarto y realizar actividades como pasar el tiempo en redes sociales, ver series o sumergirse en videojuegos, entre otras.
En este proceso, se observa que la persona, al buscar su propia identidad, experimenta una serie de comportamientos que reflejan la transición de la adolescencia a la edad adulta. La tendencia a dormir hasta tarde puede estar vinculada a cambios en los patrones de sueño asociados con la pubertad. La constante atención al espejo sugiere una mayor conciencia de la apariencia física, aspecto relevante en la construcción de la identidad personal.
La impulsividad e impaciencia son características típicas de este período, ya que los jóvenes exploran límites y se sumergen en nuevas experiencias. El cuestionamiento a padres y profesores refleja la necesidad de establecer opiniones y valores propios. La influencia del círculo social destaca la importancia de la aceptación entre pares durante esta búsqueda de identidad.
La rebelión contra las expectativas parentales indica un deseo de independencia y la necesidad de tomar decisiones propias. La preocupación por el físico y la búsqueda de actividades placenteras son manifestaciones de la experimentación y la definición personal. Mostrar sentimientos intensos forma parte del proceso de autodescubrimiento, ya que buscan comprender y expresar auténticamente sus identidades. En conjunto, estos comportamientos revelan una fase crucial en la que los individuos buscan forjar su identidad única y distanciarse de las expectativas impuestas.
Además, comienzan cambios en sus emociones, como por ejemplo: estar más irritables que de costumbre, dando paso a la famosa rebeldía, la cual es un comportamiento que suele ser el más característico de esta etapa; es entonces donde la psicología juega un papel importante, primero con psicoeducación, tanto a los chicos como a sus padres enseñando y aclarando dudas, brindando herramientas para que los adolescentes puedan tramitar todos su cambio de manera asertiva, entendiendo que no está mal lo que les está sucediendo, validando sus inquietudes, cambios y quizás malestares, aparte de enseñarles a sacar provecho de ello, pues una rebeldía puede ser tan positiva o tan negativa como lo maneje el adolescente.
Algunas recomendaciones que podrían ser útiles son:
Sin duda alguna la comunicación es la herramienta más poderosa que existe, permitirle al adolescente expresar sus pensamientos y emociones es fundamental, al igual que se sienta escuchado sin temor a ser juzgado o criticado.
Validar sus emociones y sentimientos. Si bien es cierto, en esta etapa todas las emociones y sentimientos parecieran ser vividos al límite, es por eso que se hace importante que los adolescentes comprendan que no está mal sentirse irritable, triste o feliz en exceso; lo que realmente debería pasar es que puedan sentir esto, recordando que como seres humanos tenemos de manera innata las emociones, por tanto, lo que debemos procurar es la regulación de estos; es decir, que a pesar de que las emociones y sentimientos puedan ser muy intensos lo que no debería pasar es que estos lleguen a ser más fuertes que su razón e influyan en su comportamiento y/o acciones.
Otro punto importante es enseñarles a los jóvenes a responsabilizarse de sus actos, por tanto, ellos deben comprender que cada comportamiento traerá una consecuencia positiva o negativa, pero todo depende de su actuar.
La adolescencia es una etapa única llena de desafíos y descubrimientos. En Claudia Acevedo-Psicología ubicada en Armenia, Quindío, estamos aquí para ofrecer un espacio seguro y de apoyo. ¡Agenda tu consulta hoy y comienza tu viaje hacia una vida más equilibrada y satisfactoria! Tu bienestar emocional es nuestra prioridad. ¡Contáctanos ahora!
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